Motor de ocasión

El motor es el órgano principal del coche, es lo que produce la energía necesaria para que avancen o retrocedan las ruedas.

Se distinguen 2 grandes categorías de motores de coche:

Motores térmicos, también llamados motores de combustión o de explosión

Se componen de cilindros y, en el interior de cada uno, hay un pistón. Este tipo de motor requiere la combustión de una energía como la gasolina (motor de gasolina) o el gasóleo (motor diésel). El indispensable sistema de carburación permite transformar esta energía química en energía mecánica para que avance el vehículo.

Un motor de explosión funciona por ciclos de 4 etapas:

• Admisión de aire y de carburante por los pistones al bajar.
• Compresión de la mezcla en los cilindros por los pistones al subir.
• Explosión de la mezcla gracias a una chispa.
• Expulsión de los gases de escape por los pistones de nuevo al subir.

Y así sucesivamente. Con este movimiento de vaivén gira un eje que sale del motor para llegar hasta las ruedas.

Motores eléctricos

Sin pistón, el motor eléctrico se compone de un cilindro imantado alrededor de un eje central que rodea una bobina de cobre.

Su funcionamiento se basa principalmente en la explotación de la fuerza electromagnética para activar el movimiento de las ruedas.

La alimentación de este tipo de motor se hace gracias a la batería del coche. En efecto, esta suministra una corriente que permite generar un campo electromagnético y crear una fuerza en la bobina para hacerla girar. Esto conlleva entonces el movimiento del eje central y, por lo tanto, las ruedas de su coche. La energía eléctrica se transforma en energía mecánica, que hacer avanzar su vehículo.